viernes, 15 de abril de 2011

Vivencias escolares de escritores y escritoras


Rosa Chacel evoca el recuerdo de una escena escolar en un colegio de monjas de Valladolid en el que asistió al despertar del gusanillo de la conciencia que tantos años después sigue doliéndole como una aguda punzada en la estación de ida y vuelta de su vida:

"Las monjitas enseñaban versos a las chicas, pero versos de poco vuelo: historietas, con su moraleja y todo, generalmente.Una de ellas la ensayaba una chica todas las tardes, accionando muy expresiva. Era la historia de una niña mala que después que hacía cualquier fechoría era atormentada por el remordimiento. Cada estrofa terminaba con las palabras: "El gusanillo de la conciencia!". La chica, que procuraba ser expresiva, al mismo tiempo que ponía cara maliciosa, se señalaba el pecho con el pulgar, pero como lo hacía muchas veces, una de ellas se señaló en el arranque del brazo; en ese momento yo sentí una punzada agudísima en la axila izquierda y pensé: esto debe ser el gusanillo de la conciencia...Hasta los treinta o cuarenta años, ante toda convulsión de mi conciencia, he seguido sintiendo una aguda punzada en la axila izquierda."

Fragmento tomado del libro de C. Lomas, Érase una vez la escuela.