miércoles, 21 de julio de 2010


"María de Maeztu ha explicado la razón de su mucha actividad: "No me basta con ser, tengo que hacer". Todo ser humano, inevitablemente creador, debe en realidad decir lomismo: "Ante mí surgen un cúmulo de empresas, un cúmulo de proyectos que he de realizar. No puedo quedar pasivo ante el mundo, ante sus desfallecimientos y fracasos. No puedo contemplar impávido el dolor del drama humano que es el vivir. No puedo permanecer indiferente ante los niños abandonados, ante las mujeres que sufren. No puedo elegir entre la acción y la contemplación."

martes, 13 de julio de 2010


EL USURPADOR DE SUEÑOS

Sé que tendría que pedir perdón, sé que he invadido la intimidad de las víctimas, sé que no tenía ningún derecho a hacer lo que hice sólo porque yo obtenía placer. La gente así me lo hace ver. Debería pedir perdón. Pero no puedo.
No creo que tenga que pedir perdón sólo por tomar algunos instantes de belleza. Yo lo único que hacía era recopilar momentos de chicas hermosas, momentos que no eran públicos, momentos en los que yo no las he molestado, no les he hecho nada violento. Los médicos intentan hacerme ver la gravedad del hecho, me hablan de que he invadido la intimidad, la privacidad de las víctimas, yo sólo me he limitado a coleccionar belleza.

Así comenzaba la carta que Pedro Linares envió desde la cárcel a un periódico de amplia tirada de la localidad donde había vivido hasta días antes de su detención.
Pedro Linares era programador y trabajaba en una empresa grande de ocho de la mañana a tres de la tarde. Llegaba a casa, comía, descansaba, se sentaba frente al ordenador para mejorar sus conocimientos, navegaba por internet y solía quedar con sus amigos, cada vez menos, pues se iban casando de hacer siempre lo mismo y ya sólo quedaban tres.
Tomaban algo, charlaban o iban al cine y, finalmente, vuelta a casa.
Así, tranquila, transcurría la vida de Pedro.
Sin embargo, desde hacía algún tiempo se quedaba mirando mucho tiempo a las chicas que pasaban por su lado, las que estaban en los bares, en los parques, en el cine. En realidad, no miraba a todas le dijo a su abogado sólo a las guapas.
“Las que son guapas para ti”, le dijo el abogado.
“No, las que son guapas para mí, no. Las que son guapas, yo sé muy bien quiénes son guapas y quiénes no”.
Empezó a mirarlas mucho, fijamente, de forma descarada, de modo que alguna por la calle le llamó la atención, lo que en más de una ocasión acabó en altercado, con intervención de otra gente que pasaba por la calle, o incluso de la Policía local.
Cambió alguno de sus hábitos, necesitaba cada vez más ver chicas guapas, así que después de descansar ya no utilizaba el ordenador sino que salía de casa y deambulaba por las calles sin rumbo pero con un único objetivo: encontrar chicas guapas.
Así iba pasando el tiempo hasta que un día una chica estaba mirando un escaparate, se acercó a ella pero tanto que la chica empezó a gritarle, a pedir socorro pues pensó que iba a atacarla.
Comenzó a pensar que tendría problemas si no actuaba con precaución, así que se le ocurrió lo que le pareció una gran idea.

Cuando la policía entró en la habitación de Pedro Linares comprendió que aquello había que analizarlo detenidamente, les costaba creer lo que veían y el estupor fue inmenso.
Las fotografías cubrían una pared de la habitación, y varios archivos contenían fotografías de chicas.
En ellas aparecían dormidas, sólo se veían sus caras. Cambiaban las posturas, las habitaciones, había morenas, rubias, pelirrojas, con pelo largo, corto, media melena… Pero todas dormidas.
Pasada la primera sorpresa, la policía registró la habitación y encontró innumerables cajas que contenían trozos de ropa interior femenina.
Allí estaban acumuladas las pruebas que demostraban lo que había sido la vida de Pedro durante los últimos meses.
Salía de casa, paseaba, iba a bares, al parque hasta que encontraba una chica guapa, entonces la seguía, hasta que averiguaba dónde vivía, con quién, sus hábitos durante la tarde, la noche.
Decidió que para el plan que había diseñado lo mejor sería descartar aquéllas que no vivieran en un primer piso o en bajos, y aún mejor las que vivieran lejos de su propia casa.
Estas investigaciones le fascinaban: descubría tantos datos acerca de ellas que es como si siempre hubiesen sido sus conocidas.
Siempre estaba muy emocionado, contento y aunque veía poco a sus amigos se divertía mucho más que con ellos, éstos bromeaban y le decían que tenía cara de enamorado, que algún día les tendría que presentar a su chica.
Él contestaba que no estaba enamorado ni tenía novia pero que en el trabajo todo le iba bien y que en ese momento estaba tranquilo con la vida que llevaba, no necesitaba más, les decía.
En cierta forma era verdad.
Por fin, una noche se decidió a poner en práctica su plan. Llegó a casa, comió y descansó un rato, pero aquel día sí que era especial, si hasta ese momento estaba contento ahora se encontraba feliz.
Preparó su máquina de fotos, y una tijera, ambos objetos los metió en una bandolera. Escogió su vestuario, y se sentó a esperar que llegara la hora de la cena, cenó con su familia, como siempre pero no se quedó a ver la televisión, dijo que estaba cansado y que se iba a la cama.
Aquella chica se acostaba pronto por lo que dedujo de sus investigaciones, así que consideró que las doce sería una hora perfecta.
Como estaba lejos de su casa, salió sobre las diez y media para estar con tiempo delante de la casa de la chica y observar, quizá hubiera algún cambio esa noche.
Llegó, observó y vio que todo se iba desarrollando según lo previsto, la chica tenía ciertos rituales que también aquella noche cumplió.
Dejó el tiempo suficiente para que ésta estuviera en un sueño profundo.
A las doce en punto entraba en la habitación de la chica.
La contempló durante diez minutos, mucho más de lo que había podido hacerlo por la calle, nunca había logrado verla en un bar durante un rato o en cualquier otro lugar.
Era muy guapa.
Le sacó una foto y luego otra para asegurar que tendría el documento y con la tijera cortó un trozo de ropa interior. Metió todo en la bandolera y se fue.
Estaba contento de comenzar su colección de belleza. No se puede dejar escapar la belleza, la hermosura, pensaba.
Su vida ahora tenía más sentido.
Una vez en casa guardó la pequeña pieza de ropa en una caja, la primera de varios recortes que consiguió. Al día siguiente pegó las fotos en la pared de su habitación y extasiado las contempló durante mucho tiempo, porque la belleza se puede atrapar en un instante pero hay que contemplarla durante mucho tiempo para que te acompañe, para que te impregne, para que te haga sentir mejor, y con este pensamiento decidió encontrar otra chica al día siguiente.
Así hasta seis.
La sexta chica se despertó cuando estaba haciéndole la foto.

Debería pedir perdón, pero no puedo.
Sólo que a partir de ahora la belleza vivirá siempre conmigo. Cuando se contempla durante tanto tiempo, te atrapa.

domingo, 11 de julio de 2010


EL 11 DE JULIO DE 1974 FALLECE PÄR FABIEN LAGERKVIST, ESCRITOR SUECO, PREMIO NOBEL DE LITERATURA EN 1951.

Escritor sueco, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1951. Cultivó poemas, obras de teatro, novelas, cuentos y ensayos. Su obra se caracteriza por el pesimismo, la angustia, la indagación de la naturaleza humana y las constantes alusiones a la muerte.

Pär Lagerkvist nació en 1891 en el seno de una familia campesina de la provincia de Småland. Sus padres eran de educación tradicionalista, con profundas bases religiosas en la fe cristiana. De 1910 a 1912 estudia arte y literatura en la Universidad de Uppsala.
Su interés hacia el arte lo llevan a viajar a París, donde estudia arte y conoce el movimiento cubista y expresionista.
Durante la Primera Guerra Mundial, vivió en Dinamarca; allí escribió su primera obra teatral en 1917, llamada El último ser humano, así como Angustia, libro de poesía fuertemente inspirado en la guerra.
A su regreso a Suecia, en 1919 se convierte en crítico de teatro en Estocolmo, donde escribe numerosos ensayos en prensa. Al mismo tiempo, continúa su obra literaria, que le acarrearía una gran aceptación entre el público y una no menor influencia en la literatura de su país.
En 1940 sería llamado como miembro de la Academia Sueca. Ese mismo año recibe el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Gotemburgo, y en 1951 gana el Premio Nobel de Literatura.
La obra de Lagerkvist se caracteriza por una fuerte calidad expresiva, influencia que adquirió quizás en París, donde conoció el movimiento expresionista. Aborda temas principalmente relacionados con la problemática del bien y el mal, que se reflejan en una obra cargada de pesimismo, ansiedad, crueldad, y en ocasiones de moralidad religiosa.
Entre los temas centrales de su obra se encuentra la cuestión fundamental del bien y del mal, que el autor examinó a través de figuras como el verdugo medieval, Barrabás, y el Judío Errante. En su moral, usó motivos y figuras de la tradición cristiana sin seguir las doctrinas de la Iglesia.
Algunas de sus obras publicadas en castellano son:
Angustia (Ångest, 1916), libro de poesía donde Lagerkvist, lleno de pesimismo, denuncia la violencia de la humanidad en las guerras, y la inutilidad de las mismas.
La Eterna sonrisa (Det eviga leendet, 1920), cuento fantástico que hace un balance de la vida cotidiana, aborda la inutilidad del materialismo, la necesidad del afecto y de un ser rector, así como la arrogancia del hombre pese a su fragilidad, y la superioridad de la muerte sobre los hombres. En esta obra, la muerte, con su sonrisa eterna es la verdadera gobernante de la humanidad. Los muertos, que son los protagonistas de esta historia, se sientan a conversar acerca de sus vidas, muchas veces mediocres, de sus virtudes y de sus defectos.
Estas cuestiones vuelven a ser tocadas en Historias Malignas (Onda sagor, 1924), colección de cuentos cortos llenos de ironía en donde Lagerkvist muestra su miedo ante la probable existencia de Dios, la vanalidad de las personas ante la moral, el miedo a la muerte, y la falta de sentido de la vida. En una de estas historias, un niño se atemoriza de que exista un ser eterno, omnipresente e inquisidor ante el que no existe defensa alguna. En otra historia, la gente se divierte cuando presencia un suicidio que incluso es trasmitido por televisión.
El Enano (Dvärgen, 1944), es una obra donde el protagonista, un enano bufón de la Italia renacentista, es la encarnación del mal, extremadamente cruel, ama la guerra y desdeña las debilidades humanas. Un ejemplo de la gran maldad que se puede albergar en el alma y la ruptura de la línea entre lo humano y lo bestial.
El Verdugo (Bödeln, 1933), expone el simbolismo del verdugo que ejecutaba la pena capital en la edad media. Es una crítica al totalitarismo, al racismo, a los actos de lesa humanidad, y en concreto al nazismo. El verdugo simboliza al poder de la muerte y el odio, una especie de cristo salvador inmortal que encumbra a unos a costa de la muerte de otros, mientras que Dios es un ser lejano de piedra totalmente inactivo.
Barrabás (Barabbas, 1950) es quizás la novela más famosa de Lagerkvist. La novela se basa en la historia bíblica de la liberación del ladrón Barrabás en lugar de Jesucristo. El escritor imagina la vida de Barrabás después de su liberación. El criminal cree que fue salvado para difundir el mensaje de Jesús, pero en su lucha religiosa no entiende el porqué de las persecuciones ni la inacción de Dios para evitarlas. La obra fue llevada al cine por primera vez en 1953 con la dirección del director sueco Alf Sjöberg y en 1961, con el protagónico de Anthony Quinn y la dirección de Richard Fleischer.

sábado, 10 de julio de 2010


EL 10 DE JULIO DE 1902 NACE NICOLÁS GUILLÉN, POETA CUBANO.

Fue un poeta cubano. Guillén fue junto con José Martí El Poeta Cubano por antonomasia.
Su producción poética gira alrededor de dos grandes temas: la exaltación del negro y la situación social. Gracias al valor intrínseco de su obra, así como al de la de Emilio Ballagas y Luis Palés Matos, los problemas de la raza negra han adquirido relieve y categoría dentro del ámbito de la literatura de la lengua española. En Guillén esos temas cobran aliento superior. Junto a composiciones que imitan el ritmo de las danzas negras están las de intención social, en las que se mezcla una especie de mesianismo racial. Su militancia comunista, que data de 1937, le valió prisiones y persecuciones. En 1954 fue galardonado con el Premio Lenin de la Paz.
Al advenimiento del régimen revolucionario de 1959, fue uno de sus más destacados defensores. Tras la Revolución compuso poemarios como Tengo (1964) o El diario que a diario (1972).
En 1961 fue elegido presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Muchos de sus poemas han sido musicalizados por artistas como Quilapayún, Paco Ibáñez, Inti Illimani y Xulio Formoso quien grabó en el año 1975 un álbum enteramente dedicado a su obra titulado Guillén el del son entero.

OBRA POÉTICA

Poemas de transición (1927-1931)
Cerebro y corazón (1928)
Motivos de son (1930)
España (1937)
El son entero (1947)
El soldado Miguel Paz y el sargento José Inés
Elegías (1948-1958)
La paloma de vuelo popular (1958)
Tengo (1964)
En algún sitio de la primavera (1966)
El gran zoo (1967)
La rueda dentada (1972)
El diario que a diario (1972)
Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1977-1978)
Sol de domingo
Hay Que Tener Bolunta
Balada de los dos abuelos
" Soldadito Boliviano"
"La Muralla" (poema musicalizado por Quilapayún e intillimani)
"Sensemayá" (poema musicalizado por Inti illimani)

miércoles, 7 de julio de 2010


EL 7 DE JULIO DE 1930 FALLECE ARTHUR CONAN DOYLE, NOVELISTA ESCOCÉS, CREADOR DEL PERSONAJE SHERLOK HOLMES.

Fue un escritor británico célebre por la creación del personaje de Sherlock Holmes, el detective de ficción mas famoso del mundo.

Historias de Sherlock Holmes

Estudio en escarlata (A Study in Scarlet, novela, 1887).
El signo de los cuatro (The Sign of Four, novela, 1890).
Las aventuras de Sherlock Holmes (The Adventures of Sherlock Holmes, 1891–92).
Las memorias de Sherlock Holmes (The Memoirs of Sherlock Holmes, 1892–93)
El sabueso de los Baskerville (The Hound of the Baskervilles, novela, 1901–02).
El Regreso de Sherlock Holmes (The Return of Sherlock Holmes, 1903–04).
El valle del terror (The Valley of Fear, novela, 1914–15).
Su última reverencia (His Last Bow, 1908–17).
El Archivo de Sherlock Holmes (The Case-Book of Sherlock Holmes, 1924–26).

domingo, 4 de julio de 2010

Rastreos literarios:
En las obras literarias se ve perfectamente la imagen de la mujer en la sociedad. La literatura nos ofrece la imagen de la sociedad y de la mujer en ella.
Fragmento sacado del libro de Las bostonianas de Henry James:

“Las mujeres que hasta entonces había conocido Ransom pertenecían casi todas ellas al dulce clima del Sur, y no ocurría a menudo encontrar en ellas aquella tendencia por él descubierta (e inmediatamente condenada) en la señorita Olive Chancellor. A él le gustaban así, que no pensaran demasiado, que no sintieran ninguna responsabilidad por el gobierno del mundo, cosa que estaba seguro sentía la señorita Chancellor. Le gustaba que llevaran una vida privada y pasiva, que no tuvieran ningún sentimiento fuera de ella, y dejaran la vida pública al sexo de piel más dura.”

“La señorita Chancellor no le desagradó, había sido muy cordial; pero, poco a poco, le comenzó a producir una sensación irritante, el pensamiento de que uno jamás se hallaría a gusto con una mujer que tomaba las cosas tan en serio.”

sábado, 3 de julio de 2010


EL 3 DE JULIO DE 1888 NACE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA, ESCRITOR.

Fue un prolífico escritor y periodista vanguardista español, generalmente adscrito a la Generación de 1914 o Novecentismo, e inventor del género literario conocido como greguería. Posee una obra literaria extensa que va desde el ensayo costumbrista, la biografía (escribió varias: sobre Valle Inclán, Azorín y sobre sí mismo: Automoribundia), la novela, el teatro.

«Ramón», como le gustaba que le llamaran, escribió un centenar de libros, la gran mayoría traducidos a varios idiomas. Divulgó las vanguardias europeas desde su concurrida tertulia, en el Café de Pombo, inmortalizada por su amigo el pintor y escritor expresionista José Gutiérrez Solana. Escribió especialmente biografías donde el personaje reseñado era en realidad una excusa para la divagación y la acumulación de anécdotas verdaderas o inventadas.

Escritor de personalidad muy acusada y de una vastísima obra de más de un centenar de títulos, su creación literaria más significada y reconocida es la greguería nacida en 1910, que ejerció una enorme influencia en los creadores de su tiempo y, especialmente, en los poetas de la generación del 27. Ramón es un decidido entusiasma de lo nuevo, y en cuya defensa e impulso desplegará una actividad muy intensa. Su temprana vocación se anuncia cuando a los diecisiete años cuando escribe la que será su primera obra titulada «Entrando en fuego» 1905.

Es muy probable que Ramón escribiera desde sus primeros instantes en diversos periódicos locales. Pero su periodo inicial lo tuvo sin lugar a dudas en su paterno “Prometeo”. Podemos seguir su obra periodística anterior a la Guerra Civil Española en La Tribuna, El Liberal, El Sol y La Voz. Su obra literaria se encuentra en casi todas las revistas del momento, desde las minoritarias y efímeras hasta Revista de Occidente, La Gaceta Literaria o Cruz y Raya.

Los años veinte son los años del reconocimiento internacional de Ramón, vive en El Ventanal, el chalet que se construyó en Estoril con Carmen de Burgos, en Nápoles y vuelta a Madrid; en París, en Le Cirque d'Hiver da una conferencia subido a lomos de un elefante; en El Circo Americano de Madrid lee su conferencia rollo de papel sentado en un trapecio elevado sobre la pista.

Cultivó un teatro muy innovador, cercano a la estética surrealista, cuyo mejor exponente es Los medios seres, que llegó a representarse pero no fue entendida por el público madrileño, poco habituado a las extravagancias vanguardistas.

En sus obras ensayísticas lo más destacable es la introducción de las vanguardias europeas en España (su libro Ismos, por ejemplo, que introdujo un nuevo vocablo en el diccionario castellano). También sintió interés por el madrileñismo castizo y encontró una forma de renovar el costumbrismo que se había utilizado en su descripción en la metáfora del mercadillo de Madrid, al que dedicó su libro El Rastro, donde los objetos infortunados y abandonados son salvados por su evocación lírica.

Las greguerías son unas sentencias ingeniosas, y en general breves que surgen de un choque casual entre el pensamiento y la realidad. Es indudable que Ramón fue su creador.[12] El propio Ramón la define esquemáticamente del siguiente modo:



La imagen en que se basa la greguería puede surgir de forma espontánea, pero su formulación lingüística es muy elaborada, pues ha de recoger sintética, ingeniosa y humorísticamente la idea que se quiere transmitir.

El efecto sorpresivo se obtiene a través de:

La asociación visual de dos imágenes: «La luna es el ojo de buey del barco de la noche».
La inversión de una relación lógica: «El polvo está lleno de viejos y olvidados estornudos».
La asociación libre de conceptos ligados: «El par de huevos que nos tomamos parece que son gemelos, y no son ni primos terceros».
La asociación libre de conceptos contrapuestos: «Lo más importante de la vida es no haber muerto».
Gómez de la Serna dedicó, a lo largo de su vida numerosos libros a este nuevo género, que cultivaba asiduamente en secciones fijas de los periódicos y lo consagraría como uno de los escritores más conocidos de las letras españolas: Greguerías (1917), Flor de greguerías (1933), Total de greguerías (1955), etc. Este género, de hecho, sirvió para renovar la anquilosada idea de la metáfora y de la imagen poética que poseía la estética literaria española y anticipó el Surrealismo.

Su carácter crítico y sarcástico se ve reflejado en las novelas y relatos breves, en especial en obras como El Chalet de las rosas (1923), análisis de la psicología criminal; El torero Caracho (1926), visión grotesca del ambiente taurino, y El caballero del hongo gris (1928), descripción del mundo de la vana apariencia y la superficialidad. Destacables son también sus novelas eróticas, Senos (1918), La viuda blanca y negra (1918), La mujer de ámbar (1927) y La Nardo (1930). En La quinta de Palmyra, por otra parte, trata el tema de la homosexualidad femenina. Escribió un libro de memorias en dos volúmenes, titulado Automoribundia y Nostalgias de Madrid (1955).