jueves, 29 de abril de 2010


EL 29 DE ABRIL DE 1964 FALLECE WENCESLAO FERNÁNDEZ FLÓREZ, ESCRITOR Y PERIODISTA.

OBRA LITERARIA

Publicó unas cuarenta novelas y libros de relatos de humor, caracterizados éstos por un fino humor irónico de sesgo gallego a veces cercano a lo fantástico. Se muestra muy sensible al paisaje galaico que envuelve en un profundo lirismo. Muchas de sus novelas y relatos poseen contenidos simbólicos. No se muestra un innovador en cuanto a las formas y estructuras novelísticas, sino que sigue académicamente los modos de la narrativa tradicional.

Existen en él reminiscencias de Stendhal y de Eça de Queiroz, al que tradujo. Su obra transmite un mensaje de escepticismo hacia un mundo que cambia sólo superficialmente y descuida valores espirituales y morales permanentes. Sus personajes se mueven entre la frustración y el fracaso. Pese a lo subversivo, a veces, de su conservadurismo, gozó el autor de gran prestigio bajo el franquismo, publicando con regularidad artículos de prensa, haciendo ediciones de sus Obras Completas y dando a luz numerosas obras.

Su ideología anti-marxista (nacida en gran parte de sux experiencias personales en el Madrid de 1936-37, cuando estuvo a punto de perder la vida por no compartir las ideas de los Gobernantes del Frente Popular) fue tan fuerte que llegó a escribir cosas como la que sigue: El olor a rojo es tan fuerte y típico que creo posible distinguir un marxista y aún seguir su rastro con olfato poco ejercitado. El marxismo -religión de presidiarios, fracasados, de envidiosos, de contrahechos, de vividores, de perezosos, de gente de cubil- tenía que oler así precisamente: a conciencia podrida, que huele peor que una ballena muerta porque el marxismo materialista es una doctrina intestinal...

Las preocupaciones morales y el pesimismo del autor se manifiestan en casi todas sus novelas. Así, en El secreto de Barba Azul (1923) se intenta demostrar que las pasiones mueven las acciones humanas, tesis que se repite en Las siete columnas (1926), en que los siete pecados capitales se constituyen, paradójicamente, en los pilares de la sociedad. También se ironiza sobre la hipocresía social en Relato inmoral (1928) y en El malvado Carabel (1931), siempre ofreciendo una visión desencantada de la sociedad bajo la apariencia del humor.

miércoles, 28 de abril de 2010


Más sobre la situación de la mujer escritora en la sociedad.

Comentario de Alicia Redondo Goicoechea:

"La década prodigiosa de los sesenta, tan libre y liberadora en muchos aspectos en todo el mundo, es, en España, una época todavía cerrada pero en la que empieza a evolucionar hacia modelos económicos y sociales más abiertos; los cuales se plasman, en literatura, en una renovación del realismo social enriquecido con nuevas formas de escritura.
En las obras escritas por mujeres en esta época, el punto de vista del que se parte y la voz con la que se expresan suele ser el yo de una narradora, lo cual hace que parezca que su visión del mundo es más limitada que aquella que ofrecen las obras masculinas, casi siempre con narradores impersonales, pero no es así; cada mirada, todas las miradas, cuentan sólo su mundo, que no es sino una parte del mismo, otra cosa diferente es que estas miradas pretendan ser objetivas. En las novelas de estas autoras se narran tantas cosas de la intrahistoria, y tantas otras de personajes de mujeres, que resulta también fácil ver, a través de ellas, el retrato de una sociedad.
Ana María Matute es continuadora, como Dolores Medio y Elena Quiraga, de la línea que dejó abierta Carmen Laforet con "Nada" o "La isla y los demonios". Esto supone, sobre todo, un claro esfuerzo por construir nuevos modelos de mujeres, que ahora son siempre víctimas, y, sin embargo, también culpables, pero a la vez, fuertes, lúcidas y desencantadas, para las que la vida es un camino de sufrimiento y el amor el más cruel de los engaños."

domingo, 25 de abril de 2010


Comentario de Alicia Redondo Goicoechea:

"Aún queda un campo todavía irreductible, para las escritoras, que es el de la crítica. La aceptación del público lector, mayoritariamente mujeres, no lleva aparejada la aceptación de la crítica que sigue estando en manos o cabezas masculinas y que, además, no acepta la masculinidad de su lectura y, por tanto, la necesaria apertura del canon a obras con otros parámetros, en parte diferentes a los suyos, pero no peores.
A finales del siglo XX, las escritoras españolas necesitan todavía antologías específicas de poesía, narrativa o teatro porque apenas aparecen en las antologías masculinas, y el pequeño lugar que ocupan en las historias masculinas de la literatura lo tienen que defender día a día, de forma que suelen desaparecer de las mismas después de su muerte, como lleva pasando desde el siglo XV, porque lo que no se ha establecido, de ninguna manera, es una tradición cultural escrita y sólida de mujeres, mezclada con la de los hombres, y, hoy por hoy, ambas corrientes se desarrollan en caminos paralelos y no precisamente equilibrados.
A pesar de la masiva incorporación de las mujeres al trabajo remunerado a lo largo del siglo XX, para algunas autoras, el espacio de la cultura protagonizada por mujeres no sólo no ha ido en aumento sino que está en retroceso, según afirma Germaine Greer en La mujer completa Existe una elitista concepción del canon cultural mundial que ha normalizado como modelo la cultura anglosajona masculina (Harold Bloom), y ha endurecido su postura en clara oposición a otras visiones más democráticas que, desde los estudios culturales, tratan de abrir ese canon a las obras de las mujeres y de otras lenguas, razas y clases sociales. Un canon elitista y exclusivista que, con respecto a la cultura española, no considera a las mujeres, y plantea como cuestiones de calidad lo que son, muchas veces, cuestiones de diferencia.
Las críticas leemos y estudiamos, habitualmente, a hombres y mujeres, mientras que los críticos, al menos en nuestro país, sólo suelen leer a los hombres, lo cual es bastante limitador, porque el panorama de la escritura realizada por mujeres de la segunda mitad del siglo XX, en España y Latinoamérica, es muy rico y lo que ellas han aportado en estos años no sólo supone unas cuantas obras maestras y muchas obras buenas, sino que algunos de sus temas y formas, por ejemplo los de la introspección, han nutrido no poco la narrativa masculina de los noventa. Lo cierto es que ante la cerrazón crítica, algunas narradoras han disfrazado su escritura de masculinidad y abominan de lo femenino...¿es quizá en parte por esto por lo que las mejores escritoras de finales del siglo XX son, quizá, las poetas?"

domingo, 18 de abril de 2010


Durante siglos la sociedad ha encerrado a la mujer en casa, conventos, pero hay algo que nadie: ni reyes, iglesia, gobiernos, nadie, puede encerrar: EL PENSAMIENTO, que es la verdadera libertad.

Palabras interesantes de Margarita Rivière:

"Las mujeres, ciertamente, han ido ligadas en la historia a la labor cotidiana de t...ejer, hilar y coser, cosa que vale la pena considerar.
Coser o tejer no impidió que el pensamiento de tantas mujeres funcionara plenamente mientras hacían encaje, bolillos, jerséys, dobladillos o remiendos. Todo lo contrario, mientras cosían o hilaban, el pensamiento de las mujeres funcionaba plenamente, sus caras, concentradas en el punto o en el bordado, esconden sus secretas reflexiones.
El hilo de la vida y acaso el del destino pasa por esas manos que tejen. Que lo hagan para ganarse la vida, para ser virtuosas o para entrtenerse y divertirse es sólo una circunstancia que cambia con cada persona."

martes, 13 de abril de 2010


EL 13 DE ABRIL DE 1984 FALLECE MERCÈ RODOREDA, ESCRITORA.

Está considerada, la escritora de lengua catalana, contemporánea más influyente, tal como lo atestiguan las referencias de otros autores a su obra y la repercusión internacional, con traducciones a veintinueve idiomas diferentes.Su producción abarca todos los géneros literarios; Rodoreda cultivó tanto la poesía como el teatro o el cuento, aunque destaca especialmente en la novela. Póstumamente se descubrió una vertiente más, la pintura, que había quedado en segundo término por la importancia que Rodoreda daba a la propia escritura:

Escribo porque me gusta escribir. Si no me pareciera exagerado diría que escribo para gustarme a mí misma. Si de rebote lo que escribo gusta a los demás, mejor. Quizás es más profundo. Quizás escribo para afirmarme. Para sentir que soy ... Y acabo. He hablado de mí y de cosas esenciales en mi vida,La narrativa fue el principal campo literario de la autora y por el que es ampliamente conocida. A la hora de clasificar el corpus narrativo de Rodoreda existe una disparidad de criterios, aunque principalmente se dividen según las etapas de la vida de la autora, según el contenido (psicológico-realistas o mítico-simbólicos) o según los personajes principales (adolescencia), (juventud), (madurez), (vejez- muerte). Mayormente se opta por dividir sus obras en tres etapas cronológicas y por separado, un cuarto grupo donde se incluyen las dos narraciones póstumas, Isabel i Maria y La mort i la primavera. Las tres etapas serían las obras de antes de la guerra (1932-1938), donde se encuentran las cuatro primeras obras de Rodoreda y la primera versión de Aloma; las obras entre el exilio y el retorno del mismo (1958-1974), donde hay el grueso narrativo de Rodoreda que va desde la publicación de Vint-i-dos contes hasta Espejo roto y después del regreso, donde se encuentran Semblava de seda i altres contes, Viatges i flors y Quanta, quanta guerra...

Una novela se hace con una gran cantidad de intuiciones, con una cierta cantidad de imponderables, con agonías y con resurrecciones del alma, con exaltaciones, con desengaños, con reservas de memória involuntaria... toda una alquímia. Una novela es, también, un acto mágico. Refleja lo que el autor lleva dentro sin que casi sepa que va tan cargado de lastre.La obra de Rodoreda es el fruto de la evolución personal y literaria de la autora. Se aprecian sobre todo influencias de Marcel Proust, Joan Sales, Armand Obiols, Virginia Woolf, Thomas Mann, Víctor Català, Josep Carner y Delfín Dalmau. Aunque se puede encontrar la huella de diferentes autores a lo largo de toda su obra literaria, es en sus primeras obras, cuando buscaba el estilo propio, donde ésta influencia es más latente. Por ejemplo, en Del que hom no pot fugir la protagonista está inspirada en el El simbolismo es un recurso literario muy común en las obras de Mercè Rodoreda, especialmente en su obra narrativa. Hará uso de él, para expresar los constantes pensamientos interiores de sus personajes; Rodoreda consigue transformar al lector en un confidente involuntario que vive la angustia y agonía de los personajes con sólo la palabra, los símbolos y las imágenes.Los referentes de la realidad que utilizó en sus símbolos provienen de su imaginación, a partir de sus conocimientos culturales, adquiridos a lo largo de su vida, en algunos casos, de la imaginario catalán como es el caso de las mujeres del agua. Sin abandonar estos referentes, crea un lenguaje simbólico, que pueda ser interpretado por el lector, sin demasiadas dificultades y presenta un alto grado de fabulación en muchas de sus obras, especialmente en sus últimas obras como Viatges i flors.Según Pere Gimferrer en Dietari 1979-80, fruto de la búsqueda de una perfección tanto formal como lingüística, Rodoreda tuvo una atención meticulosa a la hora de hacer uso de imágenes y símbolos conceptuales.

Posiblemente gracias a buscar la musicalidad en la poesía, Mercè Rodoreda aprenderá a buscar la musicalidad de las palabras, el ritmo encantador que será característico de su prosa. [...] Y la poeticidad la encontrará en la más estricta cotidianidad, o dentro de universos imaginarios, profundamente personales.
personaje «Jacobé» de la obra Jacobé i altres narracions del autor Joaquim Ruyra.





Mercè Rodoreda, prólogo de Espejo roto.
con una cierta falta de medida. Y la desmesura siempre me ha dado mucho miedo.

sábado, 10 de abril de 2010


EL 10 DE ABRIL DE 1931 FALLECE KHALIL GIBRAN, POETA, PINTOR, NOVELISTA Y ENSAYISTA LIBANÉS.

segundo de cuatro hermanos, vivió con ellos hasta los 11 años, cuando gran parte de su familia emigra a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para trabajar y vivir. Antes de ese viaje, aprende de otras personas, entre ellas su abuelo materno, del conocimiento del arte y del saber universal, que fueron base para la literatura y la pintura. Ya con el tiempo aprendió y cultivó con devoción el inglés, lengua que haría famosas sus novelas, aunque no olvidó el árabe, que perfeccionó tras su regreso a Líbano en 1898. Durante esa estancia en su país natal, destaca por su habilidad en el dibujo y nace en él la idea de escribir un libro, El Profeta", que con el tiempo sería su obra cumbre.
En 1902, Gibrán regresó a Boston y sin dejar de escribir, inicia su vocación por la pintura, que le llevaría a ser famoso por doquier; y es en París donde hace exponer sus obras y gana el elogio de la crítica. Luego, en la capital francesa, saca su mejor provecho cultural. En 1912 es publicado el libro Las Alas Rotas que había comenzado en 1906. Sus primeros textos los publica en la revista libanesa "Al-Manarah", una publicación fundada por el propio Gibrán, junto a Joseph Hawaiik. Inicia también en esa época una serie de viajes por Europa que enriquecerán su bagaje cultural.
Gibrán trabaja en la confección de El Profeta, que finalmente logra publicarse en 1923, con éxito total e imágenes de su propia autoría. Después, publica otros libros como El Loco y El Precursor. En esa época, malos presentimientos le invaden el alma y desea retornar a su patria, pero su salud decae constantemente hasta el final de su vida.
En 1917 fija su residencia en Nueva York (ciudad en la que falleció en 1931, a los 48 años).

OBRAS
Espíritus Rebeldes (1903)
Las Alas Rotas (1912)
Lágrimas Y Sonrisas (1914)
La Procesión (1918)
El Loco (1918)
La Tempestad (Entre Noche Y Día) (1920)
El Profeta (obra) (1923)
Lazaro Y Su Amada (1925)
Arena Y Espuma (1926)
Jesús, el Hijo del Hombre (1928)
El Precursor (1929)
Los dioses De La Tierra (1931)
Entre noche y Día
El jardín del Profeta
El Maestro
La voz del Maestro
El Vagabundo (1932)
Ninfas Del Valle (1948)
La Voz Del Maestro (1959)
Pensamientos Y Meditaciones (1961)
Dichos Espirituales (1963)
Autorretrato (1960)
OBRAS PÓSTUMAS

viernes, 9 de abril de 2010


EL 9 DE ABRIL DE 1899 NACE RAFAEL PORLÁN, POETA ESPAÑOL DE LA GENERACIÓN DEL 27

Generación del 27, también llamada Edad de Plata de la literatura castellana ha dado grandes nombres a las letras, quizá este sea menos conocido, pero por eso mismo es necesario conocer a todos.

Hijo de clase media, recibe una buena educación en la Escuela Superior Francesa. Con poco más de doce años llega a Sevilla; a los diecinueve entra a trabajar en el Banco de España y empieza a publicar colaboraciones periodísticas y algunos cuentos en La Semana Gráfica, Página y más tarde Lys, revista fundada por idea suya y de la que sólo salieron seis números. Poco después aparecen sus primeras novelas: Bess Rivero, El manto escarlata y La primera de San Julián. Desarrolla una intensa actividad cultural; contribuyó a la fundación de la prestigiosa revista poética sevillana Mediodía, fundamental para la llamada Generación del 27 de la que fue secretario; siguió las greguerías de Ramón Gómez de la Serna en los aforismos de Pirrón de Tarfía, publicado en 1926 y que puede ser considerado como un autorretrato del propio Porlán. "No hay más remedio que trabajar sobre formas no conocidas todavía", escribe el poeta cordobés. Antes que el poema propiamente dicho, cultivó la prosa poética de creación surrealista, lo mismo que por parecidas fechas hicieron otros poetas andaluces, como José María Hinojosa o como el propio Vicente Aleixandre. En enero de 1933 Rafael Porlán asciende por oposición a secretario del Banco de España y tiene que trasladarse a Talavera de la Reina, donde escribe uno de los más importantes ensayos sobre la región natal: La Andalucía de Valera. Al año siguiente cruza de nuevo Despeñaperros para ocupar el cargo en Jaén, donde organizó tertulias y actividades poéticas. En la década de los treinta ven la luz Primera y segunda parte de Olive Bardem, Mundo blanco y negro y La isla alegre; Ernestina de Champourcín hizo el siguiente comentario sobre Mundo blanco y negro: "Tu Mundo blanco y negro me ha producido la misma grata impresión que tus anteriores prosas. Veo que la ironía sigue siendo tu postura favorita, postura al fin y al cabo no exenta de romanticismo". El más ordenado conjunto de poemas en verso que publicó Rafael Porlán es el titulado Romances y canciones. Es un libro perfectamente escrito, donde se aprecian una esencialidad que recuerda a Pedro Salinas y una claridad y una exactitud que hacen pensar en Jorge Guillén. Bajo el verso puro y riguroso, late un andalucismo hondo y reconocible. La razón de sus burlas e ironías no eran otra cosa que el desahogo civilizado ante la gran desilusión que le produce la vida, postura propia del romanticismo. Enferma de tuberculosis, enfermedad por entonces incurable, y durante la Guerra Civil se retira a Cazorla. "Estoy muy mal de salud" -escribía- "y no tengo ganas de curarme... Ahora no quiero más que sentirme dejado en paz". Falleció el 8 de agosto de 1945. Rafael Porlán dominaba varios idiomas y escribió prosa, poesía y teatro.
En 1997 se publicaron dos obras de teatro de Porlán que habían permanecido inéditas: Los amantes de Verona y El velo de Penélope, o lo que te digo te vuelvo a decir. La primera es la más extensa, escrita entre septiembre de 1939 en Ronda y febrero de 1940 en Jaén. En ella, Porlán sitúa a los personajes de Romeo y Julieta de Shakespeare en pleno siglo XX. El velo de Penélope, escrita en Cazorla en julio de 1938, es una pieza atractiva por la Pirrón en Tarfia, Sevilla, Col. Mediodía, 1926.
Romances y canciones, Sevilla, Col. Mediodía, 1936.
Poesías, Jaén, Col. Al verde olivo, 1948 (Edición póstuma).
Siete sonetos y un romance inédito, Fernán Núñez, Jorge Huertas editor, 1993.
Poesía completa, Málaga, Col. El Paraíso Desdeñado, 1998 (Introd. de J. M. Barrera).
Poesía y prosa. Edición de Manuel Urbano. Instituto de Estudios Giennenses, Diputación de Jaén, 1983.
Prosas de un novelista inacabado. Edición, introducción y selección de José Luis Ortiz de Lanzagorta. Biblioteca de la Cultura Andaluza, Sevilla, 1986.
"El arpa y el bebé". Revista Síntesis (Artes, Ciencias y Letras) año III, n.º 28, Buenos Aires, septiembre de 1929. inteligente de filosofía y humor, dominada por la ironía.

miércoles, 7 de abril de 2010


EL 7 DE ABRIL DE 1890 NACE VICTORIA OCAMPO, INTELECTUAL, ESCRITORA Y EDITORA ARGENTINA.

Lazo intelectual entre Europa y Argentina gracias a su revista literaria llamada Sur. Ocampo fue una de las pioneras del feminismo en Latinoamérica.

Fue la primera mujer miembro de la Academia Argentina de las Letras, fundo uno de los más antiguos movimientos feministas de la Argentina, la Unión de Mujeres en 1936, directora del Fondo Nacional de Las Artes de Argentina, miembro del P.E.N. Club Internacional y doctora honoris causa de la Universidad Harvard.
La dura crítica de los escritores peronistas, y de algunos intelectuales de izquierda a su figura comenzó a atemperarse luego de su muerte.
Es reconocida como una de las más importantes animadoras culturales en la Argentina del siglo XX.La relación de Victoria con la literatura comienza desde muy pequeña, no solo como una gran lectora, sino como escritora. Desde aquellas primeras prosas en francés que escribiese a los once años, desarrolló una extensa escritura, ingresando en el mundo de la literatura con un ensayo, De Francesca a Beatrice (1924), un comentario acerca de la Divina Comedia del Dante que fue publicado en la Revista de Occidente de Ortega y Gasset. Escribió varios ensayos, entre ellos los dedicados a Emily Brontë, Lawrence de Arabia y Virginia Woolf.
En 1931 fundó la Revista Sur, proyecto del cual había hablado con varios intelectuales de la época, incluido Waldo Frank en su visita a Nueva York. El nombre, sería dado por Ortega y Gasset en una conversación telefónica. Su principal objetivo, era unir las literaturas americanas y europeas, teniendo asistencia en editorial y traducción varios colaboradores entre otros sus grandes amigos tales como "Péle" Pelegrina Pastorino modelo de la época quien editaba traducciones, Nicolas Barrios Lynch promotor literario y asesor del Ministerio de Educación. Se editaron más de 370 volúmenes a lo largo de casi 50 años, primero sería una revistas bimestral y luego semestral.
Sur resulta imprescindible para entender nuestra cultura en las décadas del 1930 al 1970. Escritores como García Márquez y Julio Cortázar han reconocido con frecuencia la relevancia de Sur en su formación. Justamente Gabriela Mistral le escribió a Victoria diciéndole que ella cambió la dirección de lectura de varios países Sudamericanos. Sur dio a conocer a toda una generación de escritores argentinos a personajes como Albert Camus, Sartre o Virginia Woolf.
La editorial Sur, creada dos años después que la revista, se encargó de publicar obras de Jorge Luis Borges, su cuñado Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sabato, Octavio Paz, Federico García Lorca, Alberti, Gabriela Mistral y Neruda, ya que estos enviaron sus originales para ser publicados en dicha editorial.
En la revista se podía hablar de cualquier tema, incluso de política. Aquí publicaron comunistas y conservadores, liberales y anarquistas. Una sola vez hubo censura, precisamente sobre escritos en pro del nacionalsocialismo. Tal es el caso de Drieu La Rochelle, de quien Victoria se lamentó por haberse volcado a esa doctrina, con la consiguiente ruptura de su amistad.
Los últimos ejemplares de Sur se hicieron ediciones especiales, dedicadas a Victoria y a sus amigos.

martes, 6 de abril de 2010


EL 6 DE ABRIL DE 1671 NACE JEAN-BAPTISTE ROUSSEAU, ESCRITOR FRANCÉS.

Rousseau era considerado por sus contemporáneos como el príncipe de los poetas líricos. Cuando murió, Lefranc de Pompignan le dedicó una oda magnífica de la que se ha dicho que era la mas bella oda debida a Rousseau. Sin embargo en el siglo XIX la obra de Rousseau estaba casi universalmente despreciada.

Su versificación es de una corrección extrema, los versos armoniosos y a veces incluso musicales. Pero sus poesías líricas están totalmente desprovistas de sentimiento, y a menudo incluso de pensamiento. Son poesías bellas, frías, mecánicas que intentan disimular su vacuidad bajo el abuso de la mitología y la pompa de una retórica hueca. Asoman el esfuerzo, los salmos no tienen sinceridad y los epítetos naturalidad. Las cantatas son lo que mejor soporta la lectura en la actualidad junto con los epígramas, género para el que Rousseau tenía un verdadero talento, servido por una malicia que le causó las desgracias de la segunda parte de su existencia.

jueves, 1 de abril de 2010

RICA POR CASUALIDAD



Yo, en realidad, no necesito pedir pero lo hago por casualidad. Tampoco lo hago por egoísmo ni por aprovecharme de la gente, de su inocencia, sino por casualidad.
Yo tenía sesenta años cuando me quedé viuda y solía ir al paseo del puerto, por aquel paseo se extendían puestos de mantelerías, de colonias y otros muchos objetos y se ponían los vendedores negros ambulantes a vender su mercancía.
Paseaba, veía los turistas y volvía para casa.
Manuel y yo no tuvimos hijos, así que aunque nunca habíamos ganado mucho dinero yo tenía suficiente para vivir. Tenía algunos ahorros y una casita pequeña que se componía de cocina, baño, salita y una habitación. Estaba recién remozada por lo que estaba tranquila, pues eso junto con mis ahorros y la pensión de viudedad no vivía mal.
Fui muy feliz con Manuel, de modo que vivía tranquila con su recuerdo y mis aficiones, pues me propuse que, aunque la muerte es algo invencible, no me ganara la batalla definitiva dándole el placer de acabar también con la vida de los que quedamos aquí, siempre he pensado que la mejor manera de enfrentarse a ella es vivir, eso sí con el recuerdo y el espacio de los que se van antes, no sería justo que carguen con la pesadumbre de un abandono que no eligieron.
Mis aficiones consistían sobre todo en hacer punto de cruz, leer, pasear y ver alguna película en la televisión. Es cierto que me hubiera gustado ir con asiduidad al cine y viajar, pero mi presupuesto ya no daba para tanto.
Aun así era feliz y tenía el día distribuido de tal forma que no me quedaba un minuto para el aburrimiento, siempre me ha gustado mantenerme muy activa y sé que a Manuel le hubiera gustado que así fuese.
Por las mañanas hacía la limpieza de la casa, los recados y la comida, después de comer descansaba en el mirador de la salita cuyas vistas daban a la parcela de unos vecinos que tenían plantados plátanos, hacía punto de cruz y todos los días a las seis de la tarde, invariablemente, iba hasta el puerto. Vivía a las afueras de Puerto de la Cruz, así que era un buen paseo, pero me gustaba mucho, volvía sobre las ocho de la tarde, leía hasta las nueve, cenaba y veía alguna película en la televisión.
Así ha transcurrido mi vida desde los sesenta años hasta ahora que tengo setenta y me he convertido en una persona considerablemente rica por casualidad.
Comencé a tener mucho dinero hacia los sesenta y dos años; es decir, dos después de quedarme viuda.
Yo no tengo un aspecto descuidado ni pobre pero lo cierto es que un día de julio fui a dar mi habitual paseo y me senté enfrente del Café de París, un establecimiento de estilo evidentemente parisino cercano al Art Decó con farola incluida dentro del café.
Yo ya tenía el pelo blanco, llevaba un vestido verde estampado, sencillo pero limpio. Nada en mi aspecto podía hacer pensar que fuera una anciana necesitada.
Al poco tiempo de estar allí sentada, llegó un chico negro, joven, bien vestido, limpio; se sentó a mi izquierda y de una bolsa negra grande de las que se utilizan para la basura sacó su mercancía y comenzó a distribuirla encima de una especie de colcha en el espacio que tenía justo delante de él. Eran figuras de ébano.
Pasó una pareja las miró y se fue.
Al poco rato se sentó a mi derecha otro chico negro un poco mayor que el otro, más alto y bastante gordo pero también bien vestido. Hizo lo mismo que el anterior, extendió en el suelo delante de sí la mercancía, éste vendía tambores pequeños.
Pasó una pareja, a la mujer le gustaron mucho, el marido no quería comprar ninguno pero finalmente la mujer compró un par de tambores.
De pronto, me quedé estupefacta. Una señora aproximadamente de mi edad, con pamela depositó delante de mí una moneda de dos euros. Era inglesa, lo sé porque nada más depositar la moneda se volvió hacia su marido y le dijo algo en ese idioma.
Me quedé mirando la moneda, no entendía nada, y antes de que mi pensamiento reaccionara, llamara a la señora, le devolviera su dinero y le dijera que aquello era un error, otro señor un poco más joven me echó otra moneda de cincuenta céntimos.
Me aturdí y sólo miraba las monedas. Me quedé en esa posición durante bastantes minutos, mirando el dinero, viendo pasar zapatos de caballero, sandalias de señora, pocos al principio; después el paseo empezó a tener más vida porque veía pasar más amontonadas las sandalias de tacón de cuña, sandalias para el agua, zapatillas de deporte de chicos y chicas jóvenes… y entretanto empezó a aumentar el montón de monedas de todas las cantidades: de un euro, de veinte céntimos, de diez, de cinco, billetes de cinco euros, incluso monedas de uno y dos céntimos …
Yo seguía pasmada, sólo miraba el dinero.
No sé cuánto tiempo pasé así, oía a mi alrededor, ensimismada, voces, risas y el sonido de las monedas al chocar contra el suelo o contra las otras monedas.
Y yo seguía allí, sin reaccionar, sin devolver el dinero a toda aquella gente, sin cogerlo tampoco, sin mirar a nadie. Pensaba que si miraba a alguien se darían cuenta de que era una estafadora. No entendía nada. En mi aislamiento oía el bullicio del Paseo.
Me sacó de mi desconcierto el joven negro que estaba a mi izquierda, me dijo: “Señora, hoy hemos tenido buena suerte todos, nosotros hemos vendido mucho y, desde luego, usted ha sacado un buen pellizco”.
Fue entonces cuando me di cuenta de que ya habían recogido su mercancía y de que con ellos había otros dos jóvenes negros, uno de ellos vestido con túnica y hablando en un idioma totalmente irreconocible para mí.
De pronto, el joven volvió a hablarme: “Señora, será mejor que recoja su dinero porque mis amigos dicen que los guindillas vienen haciendo redada por el Paseo”.
Confundida, me levanté, recogí aquel dinero y me marché, antes dije un hasta mañana tímido a aquellos jóvenes tan amables. Llegué a casa sin ver el camino por donde andaba, iba aislada como si una fuerza me trasladara de un lugar a otro sin pisar la tierra, como flotando. Y así me sentí el resto de tarde que quedaba y parte de la noche sentada en mi butaca del mirador sin fijar la vista en ningún punto fijo.
Hacia la madrugada, como no entendía nada, ni sabía qué había hecho yo para provocar semejante reacción en la gente, decidí contar el dinero, olvidar el asunto y seguir con mi vida de siempre.
Lo mejor sería ir a pasear a otros lugares.
A la mañana siguiente me desperté un poco más tarde de lo habitual, fue el segundo cambio importante en mi vida en tan solo unas horas.