jueves, 13 de enero de 2011

Poema de Lorca

Federico García Lorca observa con una ingenua sonrisa el paraíso perdido de la infancia a la salida de la escuela (esa infancia cuya sonrisa destroza los silencios) e inunda de ternura y alegría unas palabras años más tarde teñidas de sangre y de tragedia:

CANCIÓN PRIMAVERAL

Salen los niños alegres
de la escuela,
poniendo en el aire tibio
de abril canciones tiernas.
¡Qué alegría tiene el hondo
silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.

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